Todos desconocemos algún tema, pero últimamente me he visto sorprendida por la cantidad de personas jóvenes que desconocen el uso adecuado de herramientas tecnológicas, las cuales – teóricamente – son propias de su generación, un grupo infiltrado entre los millennials: los analfabetos tecnológicos.
Antes pensaba que la desconexión de las personas con la tecnología tenía que ver con su edad, pero ya no lo creo tan así, últimamente me he cruzado con contemporáneos que ignoran usos básicos de redes sociales, smartphones, smart TV, y todo lo que a tecnología moderna se refiere, siendo que tienen al alcance de su mano buscadores como Google donde pueden despejar sus dudas, una característica notable respecto de la generación Z, quienes sí se autoabastecen de información cuando la requieren.
¿Qué pasa con los millennials que se quedaron estancados en el tiempo? ¿Por qué algunos se amigaron con lo nuevo y otros tantos no? ¿Será que encontraron lo que buscaban y lo que viene detrás ya no es de su interés? Un tema para develar.
No obstante, ese no sería un problema, la cuestión que me inquieta, y por ello surge este artículo, es cuando estos analfabetos tecnológicos llegan a nuestra agencia como clientes. Sucede que a diferencia de los Baby boomers y de los X, los millennials son tercos, cerrados, egocéntricos y les cuesta mucho pedir ayuda, por ende, la comunicación no fluye como con las generaciones que los anteceden y de hecho con algunos se termina la relación comercial.
Si estás en este grupo de personas que se ancló en el pasado te recomiendo que escuches, que te intereses por aprender, que por más que no vayas a ejecutar vos mismo las acciones de marketing digital le prestes atención a tu asesor y abras tu cabeza hacia un nuevo camino.
(*) Lic. en marketing.
