¿Te llamó la atención este título? Espero que sí, porque lo que pretendo hacer es que razonemos juntos la contratación de un servicio profesional versus uno no profesional, por no volver a decir trucho, en todos los ámbitos, solo que en esta nota nos centraremos en el marketing.
Cuando te tenés que operar, ¿a quién recurrís? ¿a un curandero? No, a un médico ¿Cuando tenés un problema legal? Supongo que a un abogado ¿verdad? ¿Por qué con las profesiones más antiguas o clásicas concurrís con un profesional en la materia y no así cuando necesitás un servicio de marketing, diseño gráfico, relaciones públicas, fotografía, entre tantas otras nuevas profesiones?
Voy a contarte algunas cosas que he escuchado por ahí: «porque mi sobrino me lo hace gratis», «conocí a alguien que me cobra re barato», «lo hago yo como puedo o con alguna app» y luego los resultados quedan a la vista. ¿Querés resultados reales y tangibles? Contratá un profesional, alguien que se graduó en la universidad, y conoce del tema.
Cuidate de los chantas que solo te harán malgastar tu dinero, mucho más cuidado con los seudo influencers que porque los siguen cientos de cuentas sospechosas no significa que vayas a ver el retorno de tu inversión, no te dejes seducir fácilmente, pedí y exigí resultados concretos.
(*) Lic. en marketing.