Si tuviera más tiempo me dedicaría a recopilar las conversaciones de los lectores con nuestro chatbot, llamada Pilar, una robot configurada en nuestro sitio www.mujeresdivinasweb.com para atender a potenciales clientes. Pero, ¿quiénes llegan en verdad a este chat y qué sucede cuándo no encuentran lo que buscan?
La respuesta es básica y sencilla, las personas se enojan e insultan a nuestra tan amable y cordial robot, ¿por qué? Porque Pilar – este es el seudónimo que escogimos para el robot – no continúa el diálogo como ellos quisieran: insultos y peleas.
Si bien hay una mano humana que configura este robot para que el mismo recopile la información necesaria para la acción que se le designó, es un software el que está detrás del sistema respondiendo. Por ende, nunca se enojará, ni te insultará, solo te responderá con mucha cordialidad intentando ayudarte. Los chatbots no tienen sentimientos, no razonan, no intentes hacerlo enojar porque, simplemente, terminarás enojado vos.
Hasta la próxima.
(*) Lic. en marketing.